EL VIAJE HACIA NUESTRO MEJOR FUTURO

La neurogénesis, el fascinante proceso a través del cual se generan nuevas neuronas en nuestro cerebro y cuerpo, no solo nos recuerda que el cambio es posible, sino que nos invita a volver al génesis de lo que somos.

SOCIEDAD

POR SOFÍA NAZHA

La neurogénesis, el fascinante proceso a través del cual se generan nuevas neuronas en nuestro cerebro y cuerpo, no solo nos recuerda que el cambio es posible, sino que nos invita a volver al génesis de lo que somos. Este retorno a nuestras raíces neurológicas nos ofrece una oportunidad única para co-crear selectivamente el destino hacia el cual dirigimos nuestra atención. En un mundo saturado de ruido y distracciones, es esencial cultivar un enfoque consciente en lo que deseamos manifestar y para ello solo tenemos que ser conscientes ,ya que lo estamos haciendo momento a momento.

Para sembrar en el presente el mejor futuro potencial, debemos generar nuevos patrones de programación en nuestros cuerpos físicos, psíquicos, emocionales y energéticos. La neuroplasticidad, esa maravillosa capacidad del cerebro y el cuerpo, para reorganizarse y adaptarse, juega un papel crucial en este proceso, optimizando nuestra energía y recursos para desarrollar mayores habilidades creativas-adaptativas. A través de prácticas como la meditación, podemos reconfigurar nuestra atención, dirigiéndola hacia nuestros deseos más profundos. Al meditar, no solo encontramos la calma, sino que también desarmamos y traemos a la luz aquellas sombras que nuestro inconsciente vibra, permitiéndonos reconocer y liberar viejos patrones que ya no nos sirven y que, a menudo, nos provocan dolor.

Es fundamental recordar que somos campos electromagnéticos de luz, influenciándonos y relacionándonos continuamente, aprendiendo y evolucionando a cada instante. Este campo se manifiesta en nuestro cuerpo, que siempre dice la verdad sobre lo que vive en nuestro interior.

El proceso de introspección y liberación es clave para elegir con conciencia. Cada instante nos ofrece posibilidades únicas e irrepetibles, y es en nuestra vulnerabilidad, nuestros sentidos y nuestra empatía donde reside una de nuestras mayores fuerzas creativas. Cada decisión que tomamos y cada paso que damos son ladrillos en la construcción de un camino hacia una determinada vibración electromagnética, que puede reflejar y resonar con heridas o traumas, o con otras de mayor frecuencia vibratoria.

Al elegir conscientemente lo que alimentamos en nuestra mente y corazón, nos alineamos con nuestro verdadero potencial y así lo podemos aumentar y expandir.

Al integrar la neurogénesis y la neuroplasticidad en nuestra vida diaria, nos embarcamos en un viaje transformador. No solo nos convertimos en arquitectos de nuestro futuro, sino que también cultivamos un campo vibracional que resuena con nuestras aspiraciones más elevadas. En este camino, cada práctica, cada decisión y cada momento de atención se convierten en oportunidades para elevar nuestra existencia y co-crear un futuro que refleje lo mejor de nosotros mismos y de nuestro linaje. La genética no determina nuestro destino; la epigenética es la que realmente juega un papel clave, permitiendo que patrones emocionales , de conductas, de pensamientos y sentimientos que en forma inconsciente hemos elegido heredar, estás repeticiones que forman un entrelazado un paradigma ,una red que nos une así a la vida, el sistema familiar al que hemos elegido pertenecer para Ser, y la libertad de cuáles se manifiesten o la actitud con los que los vamos a vivir para trascenderlos si ya no nos sirven o nos duelen.

Y así transformar las cosas gestionando nuevas respuestas creativas a similares estímulos , circunstancias, personas y todo lo que hace a nuestra existencia.

El verdadero poder de volver al génesis de lo que Somos reside en nuestra capacidad para ser conscientes de nuestra esencia, para elegir y vibrar en armonía con nuestro ser auténtico. Así, el viaje hacia nuestro mejor futuro comienza en el presente, en la decisión de abrazar la transformación y la posibilidad.

Siendo Nosotros Mismos, nuestro huerto de cultivo se convierte en un paraíso. Nuestras tierras son siempre fértiles. Gracias por acompañarnos en este viaje de autodescubrimiento y co-creación.