LA TIERRA ESE GRAN NEGOCIO
Muchas enfermedades y pérdida de calidad de vida pueden prevenirse, pero en general, esta prevención significa ir contra “la economía” y el sistema de vida que hemos desarrollado. Este artículo trata de describir para una mejor comprensión cómo es que a través de algunas pocas grandes corporaciones, hoy más que nunca el planeta tierra es sólo mercancía.
AMBIENTE
POR LUIS MARÍA JIMENEZ


Hoy en día la contaminación ingresa a nuestros organismos por diversas vías: la mayor parte de la comida industrial no reúne las condiciones para ser considerada alimento, por contener distintas sustancias, algunas derivadas de las fumigaciones “fitosanitarias” y muchas otras, agregadas como parte del proceso de elaboración. Además, es casi imposible recoger muestras de suelo libre de contaminación con aluminio proveniente de otro tipo de fumigación aérea, los chemtrails. La desaparición sistemática de la cobertura boscosa, trae un sinnúmero de inconvenientes, desde sequías hasta calentamiento global, que intentan “corregir” con geoingeniería, logrando por el momento agudizar la catástrofe. La desaparición de humedales y glaciares hace que la disponibilidad de aguas naturales aptas para el consumo humano esté mermando en todo el planeta. La contaminación producida por los combustibles fósiles ha hecho que se pierdan miles de especies animales y vegetales, terrestres y marinos. Los pasivos ambientales que deja la mega minería, no solo reducen la diversidad, también disminuyen las áreas de cultivos. La contaminación electromagnética, derivada de otro tipo de extractivismo: la falta de inversión para renovar equipos obsoletos, mientras que un celular es obsoleto a los 3 o 4 años, las antenas están funcionando por décadas, sin ser reemplazadas por tecnologías mejores (pero más caras) que reducen el electro smog.
Realizar un extracto de la problemática ambiental reinante, es tarea ardua, no obstante, a muchos nos resulta difícil comprender, porque las políticas de saqueo de los recursos y bienes comunes, con destrucción ambiental y social se desarrollan a tanta velocidad y con el apoyo del establishment político en general. La ley de “Bases”, es una clara expresión política de medidas que impulsan el concepto de generar ganancias a cualquier costo. Poderes económicos enormemente influyentes, construyen bajo el pretexto “atraer inversión privada”, proyectos a gran escala en áreas clave de la economía de nuestro país, transfiriendo la soberanía del Estado a gestiones corporativas externas de los mayores fondos de inversión del mundo. El mayor exponente de este accionar, es una mega corporación llamada BlackRock. Los activos bajo gestión de BlackRock han superado los 11,48 billones de dólares en el tercer trimestre de 2024, lo que equivale al PIB nominal de muchos países del primer mundo juntos, y la valoración ha crecido en casi 2,4 billones de dólares (el PIB de Brasil). Lamentablemente, el hecho de no conocer la historia, hace que la repitamos. Hoy BlackRock es “una moderna Compañía de las Indias Orientales” en términos de poderío económico y avaricia insaciable, para otros analistas, son solo un fondo buitre clásico, en busca de beneficios dondequiera que se encuentren, sin importar la ética. Como señaló su director ejecutivo Larry Fink en una carta a los clientes en 2022, la empresa “no apoyará políticas que sean buenas para la sociedad, pero malas para BlackRock”. BlackRock posee un enorme poder de mercado, acompañado de una serie de prácticas empresariales desleales y altamente destructivas, incluidas, por ejemplo:
Ejercer presión en contra de las normas que restringirían la especulación a costa de los países en desarrollo atrapados en ciclos de endeudamiento —un fenómeno al que la propia Blackrock prefiere referirse como “liberar el potencial de ingresos en bonos de alto rendimiento”—.
En la práctica, esto ha implicado fuertes inversiones en la carga de la deuda de países como Etiopía, Ghana, Sri Lanka, Surinam, Zambia… y Argentina. Esto garantiza que los países sean ordeñados por decenas de miles de millones de dólares en pagos de intereses mucho después de que hayan pagado su deuda original.
Presionar a los políticos : 2,4 millones de dólares fueron declarados en EEUU para lobby federal en 2022, Esto es, para beneficiar a las empresas gestionadas y garantizar una regulación y fiscalidad, favorables.
Fomento de la guerra: tanto en Ucrania como en Gaza, funcionarios de la ONU han criticado a BlackRock por su especulación, y un reciente informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) cita las inversiones de BlackRock en la industria armamentística como indicios de complicidad en el conflicto de Gaza.
Para entender mejor qué es BlackRock, citado en este artículo por ser el más grande entre decenas de fondos de inversión que especulan con la deuda de los países pobres o simplemente empobrecidos, describimos algunas de las empresas que son gestionadas por BlackRock: Microsoft, Amazon, Apple, Coca Cola, Twitter, PepsiCo, Ferrari, Bank of America, JP Morgan, Pfizer, McDonald´s, Uber, Chevron, Tesla, Barrick Gold, 9 de las 10 empresas más grandes de extracción de petróleo, 8 de las 10 empresas más grandes de producción de Carbón, además de controlar la reserva federal de EEUU, sin detallar en profundidad, se estima que el holding de BlackRock se extiende a unas 110 empresas multinacionales, de acuerdo a las progresiones en solo tres años más estaría equiparando el PIB de EEUU.
Entender esta situación, nos facilita la comprensión del porqué la destrucción ambiental NO ES EVITADA, sino ESPERADA por quienes manejan las decisiones importantes aquí y en gran parte del mundo.