MARCHAS EN LAS CALLES
Hay mucha gente que nunca participó de una marcha. Tiene vergüenza de que lo identifiquen sus conocidos y después lxs carguen ,o se burlen o quien sabe que piensan o imaginan. Yo invito a marchar a quien nunca lo hizo.
DERECHOS HUMANOS
MARY LUQUE


Una vez le oí decir a Ana Illiovich -sobreviviente del Centro Clandestino La Perla-: ¿Cómo sería nuestra vida si no vamos a la marcha? Aun cuando estamos de vacaciones, quienes militamos todas las luchas por los derechos de todxs: buscamos dónde se hará la movilización en ese lugar que nos encuentra el descanso.
Hay mucha gente que nunca participó de una marcha. Tiene vergüenza de que lo identifiquen sus conocidos y después lxs carguen ,o se burlen o quien sabe que piensan o imaginan. Yo invito a marchar a quien nunca lo hizo, sabiendo que mis razones no serán suficiente argumento para quien no puede vencer esos miedos antes dichos.
Cuando marchamos nos encontramos siempre con conocidos que hace tiempo no nos vemos, por lo tanto, nos saludamos, nos abrazamos, nos preguntamos cómo estamos. Ya eso solo, es bello. Nadie jamás le reclama a otrx, dentro de una movilización: ¿Qué haces aquí? Al contrario, quien te encuentra, se alegra.
Cada unx suma, cada cuerpo, cada voz y en un momento hay una magia porque hay una coincidencia amorosa: vinimos para cuidar los derechos de cada unx. De los que están en casa tomando mate, viendo una película o mirando desde la vereda cómo marchamos. Porque nunca salimos para conservar nuestrxs derechos y que quien no vino, se jorobe. Cuando marchamos es por todxs y también por lxs que quieren venir y el cuerpo no los acompaña. Que es el caso de las Madres y Abuelas. Algunas van en silla de ruedas: ¡más amor que eso, imposible!!!
A veces marchamos por causas de las que estamos muy lejos de sufrir esa vulneración, pero el fundamento siempre es: si yo estoy bien, que estén bien también cada unx de mis vecinxs, de mis familiares, de mis compatriotas. Cuando salimos por el ambiente, salimos por el planeta.
Pronto será 24 de marzo. Han amagado con excarcelar genocidas, cerrar sitios de Memoria, echar trabajadores de espacios de Memoria, romper archivos, desmantelar las instituciones científicas que nos permiten identificar cuerpos hallados como NN y nietxs. Puede ser- y es un privilegio que no haya sido tocado ningún ser querido tuyo-, pero tocaron, torturaron, desaparecieron y vulneraron a miles de argentinos. Cuando salimos el 24 de marzo es para que a vos ni a ningunx le pueda suceder el horror que ocurrió en nuestro país.
Te invito a dejar la vergüenza, a ser unx más en esas caminatas que hacemos para decir que no se lleven los derechos de ningunx. Que nunca el calor, el frío o la vergüenza sean motivos para quedarse en casa. Parte de lo bueno o malo que pasa en el país es por los que salimos y por lxs que se quedan en casa.
En la última marcha, del 1F: “Existimos y resistimos fue un gran mensaje que sostuvimos entre todas las personas allí presentes. Ese lema que nos cobijó dando lugar a tantas luchas por los derechos humanos en todos sus aspectos. Fue una experiencia donde la amorosidad se impuso, el poder del odio quedó arrinconado. Insisto, tratemos de sacar enseñanzas de todo esto para seguir adelante con nuestros propósitos”, dice Carmen Cáceres, vecina de Luyaba, referente de Salud Mental.
Probá en la próxima marcha ser parte, seguro te arrepentirás de no haber empezado antes.