POR CARLOS BOGOSSIAN
Se lanza la Campaña de la Sierra
La pequeña Vendée (Departamento del oeste de Francia que se sublevó contra la República 1893-1896) como le llamaba Paz, le quitaba el sueño, no solo por las fuerzas o montoneras federales transerranas, sino fundamentalmente por lo que ellas podían significar en la correlación de fuerzas ante la inminente invasión de Facundo Quiroga. Dice Paz en sus memorias: “Los valles situados al oeste de dicha serranía eran el teatro de la insurrección y el desorden. Preferí pues mover una masa considerable de fuerzas distribuidas en varias divisiones y pasando la sierra por otros tantos caminos, caer simultáneamente sobre los valles, abarcando una gran extensión de territorio”. El 31 de diciembre en medio de una fuerte tempestad y con una densa niebla las fuerzas unitarias cruzan las sierras grandes hacia nuestro valle, cuya población ni imaginaba la llegada de una operación militar de semejante envergadura.
Relato de Paz en sus memorias: “El Coronel Echeverría, casi despuntando el extremo sur de la sierra. tocó la provincia de San Luis, y girando a su derecha franqueo las reuniones enemigas que bordeaban su pendiente occidental, el Coronel Lamadrid con otra División atravesó la sierra enfrente de San Javier, otra división a mis órdenes hizo lo mismo en dirección a Nono, una cuarta aunque más pequeña atravesó la sierra más a mi derecha y finalmente el Coronel Plaza con la última, hizo otro tanto para caer sobre Pocho, desde donde con un movimiento contrario al del Coronel Echeverría, se aproximó lo conveniente a las divisiones del centro”.
Según Barrionuevo Imposti en su Historia del Valle de Traslasierra así se desarrolló militarmente desde lo lógico la invasión unitaria a territorio federal transerrano. La columna central de la invasión al mando de Paz, probablemente habría seguido el siguiente camino; por la Cuesta de Argel, hasta la Estancia de San Miguel y luego por la Cuesta de Loma Pelada, hasta lo que es hoy el Paso de Las Tropas en la localidad de Nono y Las Calles. En tanto que el Mayor Luna lo habría hecho por el Camino Viejo de la Pampa de Achala, desde Las Ensenadas hasta San Lorenzo. El Coronel Plaza por su parte quizás ha seguido la ruta que pasa por la Pampa de San Luis y Quebrada de Guasta y que luego sigue por la Cienaguita y Quebrada de Mussi hasta la Pampa de Pocho.
Las fuerzas de Paz toman el oeste
Inmediatamente entraron a la región, las distintas divisiones comenzaron, lo que a la postre sería el único enfrentamiento. Así lo relata Paz: “hubo muchos encuentros, más en todos fueron arrollados con pérdidas los enemigos y perseguidos sin descanso”. “Encuentros” dice Paz con lo que deja bien en claro que sus fuerzas nunca tuvieron un enfrentamiento medianamente importante con las montoneras federales, que como podemos imaginar ante el impecable movimiento militar en forma de pinza que barría con destreza de Norte a Sur todo el valle poco podían llegar a hacer o responder, más que buscar el abrigo del monte y soñar con no ser encontrados.
En todo lo que duró la Campaña de la Sierra, no hubo en ningún momento una mínima simetría entre las fuerzas. La supremacía unitaria era abrumadora en hombres, armas y sobre todo en experiencia. Unos, los de este lado de las sierras, jóvenes y viejos rebelados, organizados como podían en pequeñas partidas, casi sin armas, aunque sí con el conocimiento profundo del terreno, sin un mínimo orden militar o mando centralizado. Mientras que del otro lado se encontraba allí una uerza de línea, con buena parte de sus hombres y su Comandante veteranos de las batallas de la independencia, de la Guerra del Brasil y de la Guerra Civil, con disciplina militar, mejor pertrechados y al mando de quizás sin ánimo de equivocarnos el estratega más importante que dio sobre un campo el ejército argentino, como lo admitieron los mismos federales tras cada derrota.
Hasta aquí lo que podía ser una mera campaña más de las guerras civiles, donde uno de los bandos en disputa invade un territorio o provincia enemiga y luego de enfrentamientos más o menos cruentos, el ganador pasa a ocupar el poder. Pero lo que intentamos demostrar en nuestro trabajo es que lejos se estuvo de eso y que desde nuestro punto de vista la campaña de la sierra es el inicio del terror sistemático en la historia argentina.
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